Arizona no logra evitar que los jóvenes usan los productos de vape con sabor, según un nuevo informe por la American Lung Association

Se muestra un letrero de no fumar en la tienda de sándwiches Even Stevens cerrada en el centro de Phoenix. La American Lung Association le otorga a Arizona una A por crear espacios libres de humo en los últimos 20 años, pero culpa al estado por no hacer más para prevenir la causa principal de muertes evitables en los EE. UU. (Foto por Genesis Alvarado/Cronkite Noticias)

PHOENIX – Arizona no está financiando programas y legislación orientada a prevenir el uso de cigarrillos electrónicos y productos de tabaco con sabor que están aumentando entre los jóvenes, según un nuevo informe.

El State of Tobacco Control por la American Lung Association informó el miércoles que 20,7 % de los estudiantes de la preparatoria en Arizona usan tabaco en varias formas, incluyendo cigarrillos, vapeo y productos sin humo.

Desde 2011 hasta 2019, la cantidad de estos alumnos que usaron cigarrillos electrónicos aumentó en más del 1000 %, a escala nacional, según el sitio web de la asociación pulmonar. El informe encontró que la mayoría de los estudiantes que usan tabaco lo hacen vapeando destilados de tabaco con sabor.

“Todavía estamos en medio de una epidemia de jóvenes que usan cigarrillos electrónicos y otros productos de vapeo”, dijo JoAnna Strother, directora sénior de defensa de la asociación pulmonar.

2022 marca el vigésimo aniversario del informe State of Tobacco Control. En esos 20 años, ha habido avances en la disminución del uso de cigarrillos, pero también ha habido una tendencia creciente en el uso de productos de tabaco con sabor y cigarrillos electrónicos en los últimos 10 años.

De 2011 a 2019, el uso de cigarrillos electrónicos entre estudiantes de secundaria aumentó del 1,5 % al 27,5 % a escala nacional, según cifras de la asociación. En 2019, el 69 % de los jóvenes que usaron cigarrillos electrónicos informaron que usaban cigarrillos electrónicos con sabor, la marca más utilizada siendo JUUL.

Altria, una empresa cuya cartera de negocios incluye varias de las principales empresas de productos de tabaco en los EE. UU., incluidas Marlboro y JUUL, no respondió a una solicitud de comentarios.

En su sitio web, Altria dice que su objetivo es “dirigir de manera responsable la transición de los fumadores adultos a un futuro libre de humo… tomando medidas para hacer la transición de millones a opciones potencialmente menos dañinas, creyendo que existe una oportunidad sustancial para los consumidores adultos de tabaco, nuestra empresa y sociedad”.

Arizona recibió una calificación de “F” en la categoría “Productos de tabaco con sabor” principalmente debido a la falta de regulación del estado sobre los cigarrillos electrónicos y productos similares.

El informe le dio a Arizona una calificación reprobatoria en prevención del tabaquismo y financiamiento para programas de control e impuestos al tabaco. Arizona también recibió una “C” en acceso a servicios para dejar de fumar.

La calificación reprobatoria del estado en la financiación de la prevención del tabaquismo se basa en la caída de la financiación de Tobacco Free Arizona, el programa de control del tabaco de Arizona, de $18,5 millones en 2021 a $17,5 millones en 2022.

En 2021, la American Lung Association en Arizona luchó por una legislación que aumentaría la edad de venta de productos de tabaco a 21 años y crearía una licencia de venta de tabaco en todo el estado. La legislación también mencionó la inclusión de los cigarrillos electrónicos en la Clean Indoor Air Act. La legislación no pasó.

Según Strother, la asociación pulmonar está trabajando actualmente con socios en todo el estado que se enfocan en educar a los jóvenes sobre las consecuencias de los cigarrillos electrónicos y los productos de tabaco.

Además de dirigirse a los jóvenes en general, Strother también dijo que la industria tabacalera tiende a comercializar productos a ciertos grupos marginados, personas de la comunidad LGBTQ y la comunidad Afroamericana específicamente.

Según la American Lung Association, las empresas tabacaleras también apuntan a las comunidades de bajos ingresos y, a menudo, se puede encontrar una mayor densidad de vendedores de tabaco en los vecindarios de bajos ingresos.

La tasa de fumadores de cigarrillos entre los adultos nativos americanos es del 20,9 %, en comparación con 14 % entre adultos en general en el país, y del 19,2 % entre los adultos LGBTQ+. El informe dice que los afroamericanos también se enfrentan a una mayor exposición al consumo de tabaco, incluido el humo de segunda mano, aunque no da cifras.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades CDC, la tasa de tabaquismo entre los Latinos es más baja que el promedio nacional.

“Eso es todo acerca de cómo funciona la industria”, dijo Strother. “Dirigido a algunas de nuestras poblaciones más vulnerables, también a las personas que tienen un nivel socioeconómico bajo. Eso es realmente lo que la industria está tratando de hacer: dirigirse a cada grupo con un determinado producto para que sigan teniendo una adicción al tabaco de por vida”.

Alex Muñoz, trabajador de mantenimiento de un hotel de Phoenix y consumidor actual de productos de tabaco, dice que ha fumado desde que tenía 14 años.

“Mis amigos y yo estábamos caminando y encontramos algunos cigarrillos”, dijo Muñoz. “Vimos a todos los demás haciéndolo. Solo queríamos experimentar cómo era fumar un cigarrillo”.

Muñoz también experimentó con cigarrillos electrónicos y productos de vapeo, diciendo que le gusta vapear porque “es más refrescante y huele mejor”. Es consciente de los peligros de fumar, pero ha tenido problemas para dejar de fumar, y no espera hacerlo en el futuro.