Karina Ruiz, 35

Karina Ruiz abogando por la aprobación del Dream Act, un proyecto de ley que permitiría la legalización de cientos de miles de jóvenes indocumentados que crecieron en Estados Unidos (Foto cortesía Karina Ruiz).

Karina Ruiz ha enfrentado muchos obstáculos desde que llegó a este país sin papeles a los 15 años y mismo después que la administración del presidente Barack Obama instituyó un programa que le dio a ella y a miles de otros jóvenes indocumentados un permiso temporal para vivir y trabajar en los Estados Unidos.

Uno de los obstáculos fue graduarse de la universidad. Los votantes en Arizona aprobaron la Proposición 300 en 2006, duplicando el costo de las matrículas en colegios y universidades públicas estatales para estudiantes sin papeles como Ruiz. Le tomó 12 años para obtener una licenciatura de bioquímica, en lugar de los típicos 4 años.

“Seguimos luchando”, dice Ruiz, presidente de Arizona Dream Act Coalition, un grupo de defensa de los derechos de jóvenes inmigrantes — los “soñadores”. El grupo incluye muchos de los inmigrantes amparados bajo el programa de Obama, llamado Acción Diferida para los Llegados en la Infancia y conocido por sus siglas en inglés como DACA. Por medio de su organización, Ruiz les ayuda a renovar sus permisos de DACA y usa su historia para aconsejarlos y motivarlos.

También apoya a muchos otros quienes están navegando otra dificultad: Desde que la administración del presidente Donald Trump anunció el fin del programa DACA en septiembre de 2017, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS, por sus iniciales en inglés) dejó de aceptar peticiones de parte de personas a quienes nunca antes se les había otorgado acción diferida mediante DACA.

Ruiz dice que muchos estudiantes indocumentados han perdido la esperanza para sus futuros, ya sea para continuar sus estudios o empezar a trabajar después de la escuela secundaria.

“Es triste porque estos jóvenes están confundidos, hasta están pensando en regresar a sus países”, dijo Ruiz.

Ella les aconseja no perder la esperanza. Les dice que tengan paciencia, que se involucren con organizaciones que luchan por la causa y se informen. Les dice que comiencen su propio pequeño negocio, o tomen una clase a la vez y que busquen becas privadas para que puedan continuar con su educación. A los que son ciudadanos, les pide que voten para candidatos que estén en favor de los soñadores.

Ruiz explica que el Congreso de los Estados Unidos no hará nada si no hay personas en el poder que estén en favor de los inmigrantes y quieran ayudarles.