Ciudades fronterizas unidas en la búsqueda de oportunidades económicas

DOUGLAS, Ariz. — En la Avenida G en Douglas, Arizona, Robert Uribe se siente como en casa. Camina con confianza, vestido con una chamarra marrón, y sus ojos oscuros enmarcados por lentes circulares. La avenida es ancha, rodeada con edificios de ladrillo y una vista de la barda fronteriza.

Caminar con Uribe no es como ir en una autopista; hace paradas seguidas para hablar con residentes, a quienes saluda de nombre. Es el alcalde.

Uribe voltea a su alrededor y señala negocios que han cerrado y a los otros que siguen luchando por la atención de los visitantes al centro de la ciudad. Uribe sabe lo difícil que es ser dueño de un negocio pequeño en la ciudad fronteriza de Douglas, porque él también fue negociante; en 2012, justo en la avenida que recorre, su esposa y él abrieron Galiano’s Café, un café local y un centro de arte y cultura.

Cuando Uribe, de 34 años, fue elegido alcalde de Douglas en 2016, también se convirtió en el presidente municipal más joven y el único alcalde afrolatino en la historia de la ciudad. Nació en la República Dominicana, y se mudó a Nueva York, Estados Unidos con su madre y su hermano a los 6 años. Hoy en día, aunque cerraron Galiano’s para enfocarse en el gobierno de la ciudad, Uribe dice que su familia, que incluye tres hijos, sigue viviendo “un sueño americano” en Douglas.

El alcalde Robert Uribe dijo que está viviendo un “sueño americano” en Douglas, Arizona. (Foto por Mia Armstrong/Cronkite Noticias)

A pesar de las fachadas cerradas que ocupan la avenida principal de Douglas, cuando Uribe habla lo hace sobre las grandes oportunidades que cree aún existen en la ciudad, las mismas que la comunidad le ha dado. Cuando ve Douglas, no ve las narrativas divisivas sobre la frontera que acaparan el discurso nacional, compartió. “La frontera no es blanco y negro”, dijo. “La frontera es un lugar que para que alguien la entienda, la tiene que visitar”.

Durante los últimos meses, la nación ha sido cautivada por el retrato de una presunta “crisis fronteriza”, incluso el presidente Donald Trump declaró una emergencia nacional y amenazó con un cierre total de la frontera. A principios del año, se registró el cierre de una administración más largo en la historia del país (35 días) y todo por un desacuerdo sobre el financiamiento de la propuesta del presidente para construir un muro fronterizo.

“La gente detesta la palabra ‘invasión’ pero eso es lo que es. Es una invasión de drogas, y criminales y personas”, dijo Trump en una conferencia de prensa en marzo. “La incursión masiva de extranjeros ilegales, drogas letales, armas peligrosas, y miembros de pandillas delictivas a través de nuestras fronteras tiene que acabar”.

Aunque sus desafíos pueden ser diferentes, los líderes gubernamentales de varias comunidades fronterizas coinciden en que sus ciudades son seguras, y que un enfoque en la imagen de la frontera como un lugar peligroso, violento, y disputado podría dañar la economía.

“Somos como cualquier otra comunidad, lo que pasa es que tenemos una barda que divide los dos países”, dijo Uribe. “Me siento más seguro aquí que en otras comunidades”.

Eso no significa que la migración no ha sido una preocupación real para algunas ciudades fronterizas. A unas 360 millas de Douglas está Yuma, una población que ha sido el epicentro del fenómeno migratorio. En abril, por ejemplo, el alcalde de Yuma, Douglas Nicholls, emitió una declaración de que la ciudad está en un estado de emergencia, debido a la cantidad grande de migrantes, principalmente familias, que han sido liberados de la custodia federal en la ciudad. El problema que enfrenta Yuma, explicó Nicholls, es la falta de recursos: sus albergues están llenos.

“La solución corresponde al nivel federal”, dijo Nicholls, en una conferencia de prensa sobre la declaración de emergencia. Dos semanas después de su declaración, Nicholls se reunió con Trump en Washington, D.C. para discutir la situación que enfrenta Yuma y lo que necesita del gobierno federal, de acuerdo con un reportaje de AZCentral. En un comunicado de prensa publicado el 1 de mayo, un día después de la reunión, Trump enfatizó que hay una “crisis humanitaria y de seguridad” en la frontera, y pidió $4,5 mil millones de dólares del Congreso para apoyar una “respuesta humanitaria y operaciones fronterizas”.

San Luis, en el Condado Yuma, es el segundo puerto de entrada peatonal más concurrido de todo el estado, de acuerdo al Departamento de Transporte de Estados Unidos (Foto por Julian Hernandez/Cronkite News)

En este caso, la crisis a la que Nicholls se refirió es una humanitaria: La ciudad necesita más recursos para poder respetar los derechos humanos de los migrantes, dijo en la conferencia de prensa. Según él, la declaración fue necesaria para “evitar el riesgo de cientos de personas deambulando por las calles buscando satisfacer necesidades humanas básicas en nuestra comunidad sin tener los recursos para hacerlo, y la reacción de los ciudadanos de Yuma buscando proteger su propiedad y forma de vida”. Nicholls ha dicho anteriormente que apoya la propuesta de Trump para construir un muro fronterizo, porque según él, el muro existente en su comunidad ha tenido efectos positivos en la seguridad pública.

El fenómeno de las familias de migrantes que se presentan a la frontera para pedir asilo es “relativamente nuevo” y trae consigo problemas múltiples y complejos para comunidades como Yuma, dijo Tamar Jacoby, presidenta y CEO de ImmigrationWorks USA, una organización sin fines de lucro que se enfoca en la migración y el sector laboral.

Encontrar una solución requiere que los políticos estén dispuestos a transigir, dijo Jacoby, algo que se ve como imposible por la polarización política a nivel nacional

“Yuma no puede cambiar nuestras políticas (federales) sobre asilo”, dijo Jacoby. “Entonces la responsabilidad para la solución va a permanecer en Washington, pero el alcalde de Yuma va a tener que lidiar con los síntomas del fracaso (ante la ausencia de una solución) a nivel nacional”.

Aunque en Washington muchas veces se describe la frontera como un lugar peligroso, en las ciudades fronterizas que colindan con México, el panorama es bastante diferente: un adelanto de un análisis de tasas delictivas realizado por Christopher Wilson del Instituto de México del Centro de Wilson muestra que estas comunidades son más seguras que aquellas comunidades con poblaciones similares.

Las necesidades de estas comunidades fronterizas son muchas, de acuerdo a sus líderes, comerciantes y residentes. Pero hay un enfoque por parte de ellos mismos de promover el desarrollo económico, mejorar la infraestructura, y cambiar las percepciones equivocadas sobre la realidad que se vive. En estas comunidades también, los retos comunes unen a la población de ambos lados de la frontera, a pesar de sus diferencias políticas.

“Si el presidente cree que tiene todas las respuestas, no las tiene, nosotros las tenemos”, dijo Uribe, el alcalde de Douglas.

Para Uribe, la verdadera crisis en su comunidad es la falta de trabajo; mientras que para Nicholls, Yuma necesita más apoyo para los migrantes.

A aproximadamente 80 millas de Douglas, y a unas 300 de Yuma, está otra ciudad fronteriza, una de las más grandes e importantes de Arizona: Nogales. Ahí, el alcalde dice enfrentarse a otra crisis.

Arturo Garino nació en Nogales, Arizona, el lado norteño de la comunidad de ambos Nogales.

“A mi me gusta decir que nuestra ciudad es una ciudad de un medio millón de personas divididas por un muro, por una barda”, dijo Garino.

Arturo Garino, el alcalde de Nogales, ha pedido al gobierno federal que quite el alambre de púas de la barda que divide ambos Nogales (Foto por Mia Armstrong/Cronkite Noticias)

Garino fue bombero, policía, y concejal; es veterano de la guerra de Vietnam, maestro de arte, y, por segunda vez, presidente municipal.

Para él la crisis fronteriza real no se trata de la masiva llegada de migrantes, sino del envejecimiento de la infraestructura potable en su comunidad, que trata aguas residuales de Sonora, México. Otra preocupación del alcalde y el Concilio Municipal de Nogales es el alambre de púas en el muro fronterizo, instalado por el gobierno federal. Esto — consideran — puede representar una amenaza a la seguridad pública y economía.

Uribe comparte ese malestar, particularmente sobre los efectos económicos que puede tener la ampliación de un muro en la frontera.

Las economías fronterizas son dinámicas, y los factores que las impactan son múltiples. Entre ellos la tasa de cambio entre el dólar y el peso — la devaluación del valor del peso significa que los compradores mexicanos tienen menos poder adquisitivo para comprar bienes y servicios en Estados Unidos. Otro obstáculo es la falta de infraestructura y recurso humano para agilizar el cruce de turistas y mercancía en la línea entre México y Estados Unidos; los alcaldes consideran que los puertos de entrada son anticuados e ineficientes y una escasez de agentes de aduanas hace que algunos días, haya que esperar una, dos, o en algunas partes hasta 10 horas para entrar a Estados Unidos. Asimismo, un desafío cada vez más fuerte es la presencia cada vez más grande de negocios internacionales del lado mexicano y disponibilidad de ventas en línea.

El desarrollo de comunidades hermanas en la frontera ha sido “asimétrico”, según Erik Lee, el director ejecutivo del North American Research Partnership, una organización que realiza investigaciones sobre las relaciones entre Estados Unidos, Canadá y México.

A la hora de comparar la economía de comunidades fronterizas de ambos lados de la frontera, sin tomar en cuenta a San Diego “la región del lado estadounidense es una de las regiones más pobres de los Estados Unidos”, dijo Lee.

En ciudades fronterizas como Douglas y Nogales el desempleo llegó a un poco más del 9 por ciento el pasado febrero, casi dos veces más que en todo el estado de Arizona, según la Oficina de Oportunidad Económica de Arizona.

En Douglas, y Nogales, el ingreso promedio per cápita en los últimos 12 meses superó los $15,000, según datos del censo en 2017. El promedio nacional es $31,177. En Douglas, aproximadamente 32 por ciento de la población vive en la pobreza, y en Nogales, ese porcentaje es un poco más del 29 por ciento, casi el doble que a nivel estatal.

Del lado mexicano, los sectores industriales han impulsado un crecimiento económico y demográfico rápido, y los estados fronterizos mexicanos se han convertido en unos de los más ricos del país. Los residentes de esas ciudades se han convertido también en una fuerza económica para las comunidades más pequeñas del otro lado en Estados Unidos.

“Físicamente en Estados Unidos, económicamente en México”: Negocios en Arizona dependen de compradores mexicanos

En Nogales, el puerto peatonal Morley desemboca en la avenida principal del mismo nombre en el centro de la ciudad. Después de cruzar la frontera a pie hacia Estados Unidos por ese puerto el primer edificio que se divisa es Kory’s — una tienda de vestidos, en especial para bodas y quinceañeras. Su dueño, Greg Kory, también es propietario de La Cinderella, una tienda de accesorios que tiene dos localidades — una de esas está en la Avenida Morley y lleva 72 años abierta.

Kory's es una de las primeras tiendas que se ve después de cruzar por el puerto Morley. (Foto por Mia Armstrong/Cronkite Noticias)

La Cinderella tiene más de 70 años operando en Nogales, Arizona. (Foto por Mia Armstrong/Cronkite Noticias)

“En los últimos cinco años, todo ha cambiado porque el mundo ha cambiado”, dijo Kory. “El mundo se ha vuelto tan rápido, tan interesado en la venta a través de internet. Mucha de la mercancía que vendíamos era vendida aquí porque ni siquiera estaba disponible en México”.

En Nogales entre un 65 al 70 por ciento de los impuestos a la venta provienen de compradores mexicanos, según el alcalde Garino. En la tienda Kory’s no es diferente. Un 60 por ciento de los clientes vienen de México. Hace más o menos dos años, ese porcentaje era de un 80 u 85 por ciento — y Kory atribuye el descenso a las dificultades para cruzar la frontera.

Kory tiene 30 empleados en sus tres tiendas. Hace más o menos 10 años, tenía entre 60 a 65. Y ahora, Kory asegura que sus empresas no son rentables — solo están ganando lo suficiente para pagar sus cuentas.

“Antes teníamos un anuncio de bienvenida en nuestro puerto de entrada. Ahora tenemos una señal de alto grande”, dijo Kory.

Nogales cuenta con tres puertos de entrada donde pueden cruzar peatones, y es la ciudad más concurrida en ese sentido. En 2018, un poco más de 3,400,000, personas ingresaron a Estados Unidos a pie por los puertos de entrada en Nogales. Esa cantidad supera la mitad del número de peatones que ingresaron en 2008, según estadísticas del Departamento de Transporte de los Estados Unidos. Douglas también ha percibido una baja en el número de peatones — en 2018, más de 847,000 peatones entraron a Estados Unidos por ahí, un descenso del 28 por ciento comparado a la década anterior.

Lee, del North American Research Project, dijo que hay múltiples razones por las cuales el número de peatones cruzando la frontera en años recientes ha disminuido. Algunas de esas razones incluyen que ahora hay una tasa mayor de personas que tienen vehículos en México, es más difícil pasar por los puertos de entrada debido al aumento de la seguridad, y hay más opciones de tiendas para ir de compras en México. Además, según Lee, muchos puertos peatonales son desordenados y caóticos.

“La experiencia peatonal es una parte importante de la experiencia en la frontera de Estados Unidos y México”, dijo. “Y realmente necesita más atención”.

Bruce Bracker, un supervisor de la Junta de Supervisores del Condado Santa Cruz, sabe muy bien el impacto que puede tener un puerto de entrada ineficiente en las economías fronterizas. En 2017, una reducción en el número de peatones cruzando la frontera para ir de compras forzó a su familia a cerrar las puertas de Bracker’s, una tienda departamental que había servido a la comunidad de ambos Nogales por 93 años.

“Los números de peatones cruzando la frontera fueron atroces”, dijo Bracker. “Estábamos… físicamente en los Estados Unidos, económicamente en México. (Un) 80, 90 por ciento de nuestro negocio venía de México, y el porcentaje que venía de aquí, esas personas estaban en Nogales porque hacían negocios en México”.

Cuando la tienda cerró, dijo Bracker, algunos empleados quienes habían trabajado en la tienda por 20 o hasta 50 años tuvieron que buscar trabajo en otros lugares.

Bracker cree que la escasez de personal en los puertos de entrada, que causa tiempos de espera impredecibles para personas que quieren entrar a los Estados Unidos para comprar bienes y servicios, es actualmente el problema más grande que enfrenta el condado. Después de eso, su segunda preocupación es la necesidad de una modernización de los puertos de entrada de DeConcini y Morley, dos de los tres puertos de Nogales.

El alcalde de Nogales, Sonora Jesús Antonio Pujol Irastorza dijo que los tiempos de espera largos afectan la economía de su ciudad también, principalmente en el sector del turismo. (Foto por Mia Armstrong/Cronkite Noticias)

Recientemente, la legislación que acabó con el cierre de gobierno incluía más de $58 millones para contratar 600 oficiales más para la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés).

Según un comunicado de prensa del Comité del Senado de Estados Unidos sobre Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales actualmente hay una escasez de casi 4,000 agentes de CBP en todo el país.

Esa escasez de agentes trabajando en puertos de entrada en la frontera al sur puede empeorar todavía más con la reciente decisión por parte de la agencia de reasignar hasta 750 agentes suyos para que brinden apoyo a la Patrulla Fronteriza.

“Este cambio de recursos y personal tendrá un impacto perjudicial en todos los puertos de entrada de la frontera suroeste”, dijo la agencia en un comunicado de prensa. “CBP tendrá que cerrar carriles, lo que aumentará los tiempos de espera para los cargamentos de mercancías y los viajeros”.

La Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza no contestó a varias solicitudes para información y entrevistas de Cronkite Noticias.

Pero no solo los negociantes y políticos en Nogales quieren cambios en su puerto de entrada. Los gobernantes en la ciudad de Douglas están luchando para que cruzar la frontera sea más eficiente. Específicamente, la comunidad está buscando “una solución de dos puertos que incluye la lucha por la modernización del puerto existente y la reubicación de los cruces comerciales a una nueva instalación al oeste”, según un informe sobre el proyecto realizado por el municipio. En abril, el Concilio Municipal de Douglas y la Junta de Supervisores del Condado Cochise aprobaron una propuesta para la ubicación del puerto comercial.

El puerto de entrada en Douglas, Arizona. (Foto por Mia Armstrong/Cronkite Noticias)

El alcalde de Douglas, Uribe, cree que un puerto más moderno y eficiente sería una herramienta grande en los esfuerzos de la ciudad para modernizar su centro, y específicamente la Avenida G.

Algunos negociantes arraigados en esa avenida se preocupan de la revitalización comercial de la zona. Una de ellas es Ida Ann Pedregó la dueña de Illusions Boutique. Pedregó fundó la Asociación de Minoristas de Douglas — una organización de propietarios de negocios locales como el suyo para discutir problemas y encontrar soluciones en común.

Pedregó siempre tuvo un espíritu emprendedor, de niña vendía tamales de puerta en puerta por $1.20 la docena. Su mamá le dejaba quedarse con 20 centavos.

Ahora, a sus 66 años, lleva casi toda una vida en Douglas, y conoce a sus clientes como si fuesen amigos o familiares. No vende vestidos — vende memorias, experiencias, y confianza.

Ida Ann Pedregó ha vivido en Douglas por casi toda su vida, y no puede imaginarse viviendo en ningún otro lugar. “Douglas es el tipo de comunidad que sobrevivirá”, dijo Pedregó. (Foto por Meg Potter/Cronkite News)

Lina Elias vive en Douglas, pero según Ida Ann Pedrego, la dueña de Illusions, en un día cualquiera, 70 por ciento de sus clientes vienen de México. (Foto por Meg Potter/Cronkite Noticias)

Marzo, abril, y mayo normalmente son los meses más exitosos para Illusions, debido a prom, graduaciones en México, y bodas. (Foto por Meg Potter/Cronkite News)

Ida Ann Pedregó recuerda que vendía tamales de puerta en puerta en su niñez, lo que la ayudó a prepararse para ser emprendedora. (Foto por Meg Potter/Cronkite News)

Una mañana en marzo, Lina Elias llegó a Illusions con su madre, Lina Barrios, para comprar un vestido para el prom de Douglas High School.

“Tu eres bonita”, Pedregó le dijo, mientras le mostraba diferentes estilos y colores de vestidos que le quedarían bien. “Y yo soy muy honesta”.

Barrios tiene ocho años viviendo en Douglas, pero antes vivía en Agua Prieta, Sonora, y cruzaba muy seguido para comprar ropa en tiendas como Illusions. Todavía tiene familia en Agua Prieta, y dice que los tiempos largos de espera para cruzar la frontera afectan a familias como la suya.

En cualquier día, un 70 por ciento de los clientes de Pedregó vienen de México. Pero recientemente, ese número ha bajado. Los meses más exitosos para su negocio son marzo, abril, y mayo (sobre todo abril), debido a prom, las graduaciones en México, y bodas.

En Douglas un 80 por ciento de los impuestos a la venta provienen de visitantes mexicanos, de acuerdo a Uribe, el alcalde. En Douglas, los impuestos a la venta representan un 34 por ciento de los ingresos presupuestales de la Ciudad, según Luis Pedroza, el tesorero municipal.

Si a las tiendas no les va bien, es un efecto dominó para las recaudaciones de la ciudad.

Este año, Pedregó ha visto menos compras de lo normal, y lo atribuye en parte a lo que está pasando políticamente en Estados Unidos. La negociante dijo que está segura de que la retórica negativa sobre México por políticos como el presidente Trump afecta las ganas de sus clientes de cruzar a Douglas e ir de compras.

Pedregó no sabe cuál será el futuro de su tienda, de los cientos de vestidos que tiene, del sueño de su mamá, quien era la dueña original del negocio. Pero aún no pierde la esperanza mientras mira desde la ventana de su tienda, a otros negocios en la avenida que ya cerraron sus puertas.

“Douglas es el tipo de comunidad que sobrevivirá”, dijo Pedregó.

Una voz unida: Líderes de comunidades fronterizas enfatizan el bipartidismo para resolver sus problemas

Con el reconocimiento de sus gobernantes de que las comunidades fronterizas de ambos países enfrentan problemas similares, hay varias iniciativas que tienen el propósito de asegurar que se comuniquen al unísono.

Una de esas es la Asociación de Alcaldes Fronterizos de los Estados Unidos y México, fundada en 2011. Ese mismo año, los alcaldes fundadores de la Asociación del lado estadounidense enviaron una declaración a la prensa: “A pesar de la violencia de los cárteles de droga y los elementos criminales oportunistas que han plagado a nuestras ciudades hermanas en México, las afirmaciones de que nuestras ciudades fronterizas están fuera de control simplemente no son ciertas”. Garino, también participó porque en ese entonces cumplía su primera gestión como alcalde de Nogales.

Y claro, los problemas que afectan a las comunidades estadounidenses también afectan a sus vecinos al sur.

Jesús Antonio Pujol Irastorza, el presidente municipal de Nogales, Sonora, dijo que los tiempos largos de espera en puertos de entrada no solo afectan a los sonorenses que quieren visitar a Arizona por el día, sino también a los arizonenses que quieren visitar México.

“Ya la gente la piensa dos veces antes de venir a Nogales, Sonora por el tiempo que toma para regresar a Estados Unidos”, dijo.

Según Pujol, el problema más fuerte que enfrentan ambos Nogales es la percepción de que la frontera es un lugar inseguro.

“Es un detalle que vamos a ir enseñándole a la gente que no es cierto”, dijo el presidente municipal.

Pujol también señaló un proyecto nuevo encabezado por el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, que dijo mejorará la economía de comunidades fronterizas mexicanas como Nogales, Sonora, lo que a su parecer tendrá algunos efectos positivos también en el lado estadounidense.

A finales de diciembre del año pasado, López Obrador firmó el Decreto de Estímulos Fiscales de la Región Fronteriza Norte. El decreto duplicó el salario mínimo, redujo el impuesto sobre la renta del 30 al 20 por ciento, y cortó a la mitad el impuesto al valor agregado del 16 al 8 por ciento.

Los efectos específicos de estos cambios — en ambos lados de la frontera — están por verse.

A nivel estatal, también hay mucho enfoque en fortalecer los enlaces entre Arizona y Sonora. Durante su gestión como gobernador de Arizona, Doug Ducey se ha concentrado en mantener una relación buena con la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich Arellano, a través de la Comisión Arizona-México.

Sin embargo, cuando Trump amenazó con cerrar la frontera completamente en abril de este año, Ducey dijo que apoyaría su decisión, aunque afirmó que esperaba que cualquier cierre sería “tan corto como sea posible”, según un reportaje del Arizona Republic.

El republicano Ducey fue electo en 2018 por segunda vez. Durante su candidatura, Uribe, un demócrata, le dio su apoyó en lugar de a David Garcia, un latino de su mismo partido.

Uribe dijo que decidió apoyar a Ducey porque admira su reconocimiento de la necesidad de fortalecer las relaciones entre Arizona y Sonora y de promover el desarrollo económico en comunidades rurales.

En enero Ducey escogió a Uribe para ser el maestro de ceremonias de su juramento.

“Sí, soy un demócrata, y el gobernador es un republicano — pero todos somos arizonenses”, dijo Uribe en una entrevista en enero con el Douglas Dispatch, el periódico local de su comunidad.

En abril, Ducey acompañó al vicepresidente Mike Pence a Nogales, donde se reunieron con agentes de la Patrulla Fronteriza e hicieron un tour de la frontera en helicóptero.

Parado en frente de la barda al este del centro de Nogales, admirando al alambre de púas que la corona, Pence repitió el mensaje de su administración: que hay una crisis en la frontera.

Se enfocó en el compromiso del presidente de construir un muro fronterizo, y mencionó solo brevemente que la administración está buscando maneras para suplir la escasez de personal de aduanas y modernizar los puertos de entrada.

El vicepresidente Mike Pence habló con agentes de la Patrulla Fronteriza en Nogales, Arizona. (Foto por Mia Armstrong/Cronkite Noticias)

Ese día, Evan Kory, el hijo de Greg Kory, estaba trabajando en la tienda Kory’s, a pasos de la frontera, con una vista de la misma barda y el mismo alambre. Kory dijo que no veía la crisis de la que se está hablando y que esperaba que Pence viniera a la Avenida Morley para hablar con residentes y escuchar sus preocupaciones.

Pence no hizo esa visita.

Reportado también desde Nogales, Sonora y Nogales, Arizona.

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