Víctimas de trata de personas enfrentan más dificultades para reportar abusos

Cindy McCain habla sobre el tráfico humano en el Centro de Sueños de Phoenix con el gobernador Doug Ducey y Brain Steele, el director ejecutivo. El Centro de Sueños es una organización sin ánimo de lucro que se enfoca en el alojamiento de las personas explotadas. (Foto por Meg Potter/Cronkite News)

PHOENIX — Rafael B. vino a Estados Unidos de la Ciudad de México a los 18 años. No llegó buscando el sueño americano, vino para sobrevivir. Pero rápidamente, su experiencia en Estados Unidos se transformó en una pesadilla.

Rafael, quien pidió no ser identificado con su nombre completo para proteger su seguridad, fue víctima de la trata de personas por 18 meses en California. Durante ese tiempo, dijo, su traficante aprovechó su estatus migratorio para disuadirlo de reportar el abuso.

“Parte de las estrategias de los traficantes o de los abusadores son estas…’Tú cruzaste la frontera ilegal. ¿Quién violó la ley primero, tu o yo?’ Y ya te ponen que tu fuiste quien violaste la ley primero, ¿cierto? Y ya te están intimidando”, dijo Rafael. “Hoy en día con este political climate (clima político), está peor. Eso yo creo que los traficantes están viviendo su sueño dorado”.

De acuerdo a defensores que trabajan con víctimas de la trata de personas, la retórica divisiva sobre la migración ha tenido el efecto de intimidar a esas víctimas como Rafael y darle más poder a sus traficantes. Además, dicen que cambios presentados por la administración del presidente Donald Trump sobre cómo se tratan las peticiones de visa para estas víctimas significan que corren mayor riesgo de ser deportadas.

A su vez, abogados de inmigración y organizaciones que trabajan con estas personas se encuentran en una situación delicada porque no quieren que estos cambios desanimen a las víctimas de reportar la explotación y abuso, a la vez que deben advertirles de los nuevos riesgos.

“Mi mensaje es, si algo malo te ha pasado, hay proveedores de servicios sin fines de lucro en todo el país que se dedican a apoyar a los sobrevivientes de la trata de personas, y debes hablar con ellos”, dijo Jean Bruggeman, la directora ejecutiva de Freedom Network USA, un colectivo de expertos y defensores de víctimas de la trata.

El presidente Trump ha defendido que un muro fronterizo tendría el efecto de detener la trata de personas, un argumento que expertos como Bradley Myles, el CEO de Polaris Project, una de las ONGs más grandes que trabaja en contra de la trata, han refutado.

“En nuestra experiencia, habiendo manejado cerca de 50,000 casos de trata de personas en la última década, sabemos que la gran mayoría de las víctimas que cruzan una frontera y luego son (víctimas del) traficó en los Estados Unidos llegan aquí a través de puertos de entrada y otros medios legales. Muchas vuelan aquí y viajan a través de aeropuertos estadounidenses”, dijo Myles en un comunicado de prensa sobre el muro fronterizo.

Pero mientras Trump se ha enfocado públicamente en la necesidad de un muro para detener la trata, los cambios más técnicos que su administración ha puesto en efecto podrían tener el resultado opuesto.

Específicamente, el verano pasado, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos anunció modificaciones a su protocolo después de rechazar una solicitud de visa. Debido a esos cambios, los defensores que trabajan con víctimas de trata dicen que ahora tienen que advertirles que si su solicitud para una visa especial para víctimas de la trata es rechazada, hay un riesgo mayor de que serán deportados.

Los cambios también se extienden a personas que solicitaron una visa de VAWA (por sus siglas en inglés), una visa mediante el Acta de la Violencia en Contra de Mujeres, que protege a víctimas de violencia o crueldad extrema cometida por ciudadanos o residentes legales permanentes de los Estados Unidos. También impactan la visa U para víctimas de algunos crímenes (como secuestro, abuso sexual, y asalto, entre muchos otros) que han sufrido abuso físico o mental y que han ayudado a cuerpos policiales en la investigación o persecución de dichos crímenes.

Riesgos especiales para víctimas que son extranjeras

Según el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, la trata de personas, también conocida como esclavitud moderna, es “un crimen que involucra obligar o coaccionar a una persona para proporcionar trabajo o servicios, o para participar en actos sexuales comerciales”.

Desde 2007, 45,308 casos de trata de personas han sido reportados a la Línea Nacional Contra la Trata de Personas, según los datos más recientes en su sitio web. En el 2017, cerca de un 44 por ciento de los casos en que identificaron el estatus de la víctima involucraron víctimas extranjeras. Desde 2007, 815 casos han sido reportados en Arizona. Sin embargo, vale recordar que estas estadísticas solo representan casos reportados a través de la línea que incluye tanto llamadas como mensajes de textos y a través de chats. La Organización Internacional del Trabajo estimó que en 2016 hubo 40.3 millones de víctimas de esclavitud moderna en el mundo — una cantidad de víctimas que es más de cinco veces la población total de Arizona.

Aunque ambos ciudadanos estadounidenses y ciudadanos extranjeros pueden ser víctimas de la trata, los ciudadanos extranjeros enfrentan riesgos especiales, explicaron Francheska Loza y Alexa Schaeffer, organizadoras comunitarias del Polaris Project, la organización detrás de la Línea Nacional Contra la Trata de Personas.

“Si el discurso político o el ambiente en cierta región donde están, no les brinda la seguridad para pedir ayuda o para acercarse a algún proveedor de servicios…eso es una ventaja para el tratante”, dijo Loza.

Dinámicas de poder en el sistema migratorio

Aunque algunas víctimas de la trata que son ciudadanos extranjeros vienen al país sin permiso legal, otros vienen con una visa de trabajo — una visa que depende de su empleador, en otras palabras, de su traficante. En ambas situaciones, dijo Bruggeman, de Freedom Network USA, un colectivo de expertos y defensores de víctimas de la trata, el sistema migratorio de los Estados Unidos “crea una dinámica de poder y control” entre el traficante y la víctima.

Esta dinámica gana aún más poder debido al hecho de que muchos traficantes tienen poder en el país de origen de la víctima, dijo Bruggeman.

“La deportación es más que perder una oportunidad. Es ser regresado a circunstancias peligrosas”, agregó.

En 2000, para tratar de contrarrestar el poder que los traficantes tienen sobre víctimas que no son ciudadanas, el Congreso de los Estados Unidos creó la visa “T”.

El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) explica que la visa T “es un beneficio de inmigración temporal que permite que ciertas víctimas de una forma grave de trata de personas permanezcan en los Estados Unidos por hasta 4 años si han asistido en la aplicación de la ley en una investigación o enjuiciamiento de la trata de personas”. Los beneficiarios de la visa pueden tener autorización para trabajar y acceder a algunos servicios y beneficios del gobierno.

En el pasado, dijo Bruggeman, si una persona solicitaba la visa T, y su solicitud era rechazada, USCIS simplemente dejaba el caso de lado. El solicitante podía recoger más evidencia y volver a solicitar la visa en el futuro.

Pero en junio de 2018, USCIS anunció que después del rechazo de una solicitud, el caso de la persona será enviado a procedimientos de deportación. Este cambio de política es en respuesta a una orden ejecutiva que Trump emitió en enero de 2017.

“No podemos ejecutar fielmente las leyes migratorias de los Estados Unidos si eximimos a las clases o categorías de extranjeros por repatriar, del cumplimiento potencial de la ley”, dijo Trump en su orden.

USCIS dijo que el cambio le permitirá implementar las leyes migratorias existentes en una manera más eficiente.

“Se espera que las personas que ya no tienen una base legal para permanecer en los Estados Unidos regresen a su país de origen”, dijo Michael Bars, un vocero de USCIS en un comunicado escrito. “Como tal, las notificaciones de comparecencia generalmente se enviarán a los solicitantes de visa VAWA, T o U u otros solicitantes que no hayan cumplido con uno o más de los requisitos de elegibilidad y no estén legalmente presentes en los Estados Unidos”.

Bars enfatizó que los solicitantes de visas como VAWA, U y T, siguen teniendo el derecho de apelar decisiones negativas sobre sus casos.

Las notificaciones de comparecencia (NTAs por sus siglas en inglés), instruyen a una persona que tiene que aparecer en frente de un juez de inmigración en una fecha específica. — según USCIS, son el primer paso en un procedimiento de deportación de alguien que no tiene una base legal para estar en el país.

Bruggeman dijo que esos cambios en los protocolos, y el riesgo mayor de una deportación que parecen implicar, han generado más reticencia de reportar abuso entre las víctimas con las que trabajan las organizaciones de su coalición.


La lucha para proveer servicios sigue en pie

Aunque las víctimas extranjeras de la trata enfrentan retos bastante grandes, hay organizaciones dedicadas a ayudarlos.

En Arizona, luchar en contra de la trata de personas es una prioridad para el gobernador Doug Ducey, según ha dicho públicamente. El Consejo de Trata de Personas de Arizona, operado a través de la Oficina de Jóvenes, Fe, y Familia del Gobernador, es una herramienta en esa lucha.

Cindy McCain, la copresidenta del Consejo, dijo que su mensaje para todas las víctimas de la trata es el mismo: “Preséntate, preséntate. Estamos aquí para protegerte, no para hacerte daño o arrestarte. Estamos aquí para ayudarte, así que no tengas miedo de presentarte “.

Las víctimas que son de otros países pueden encontrar ayuda específicamente para ellos en Arizona con el Comité Internacional de Rescate. En 2003, esa ONG creó la Arizona League to End Regional Trafficking, un programa que se enfoca específicamente en cubrir las necesidades de víctimas extranjeras.

Clara Anne Wagner es una trabajadora social con el programa, y dijo que la organización provee servicios amplios a las víctimas, incluso asistencia para encontrar trabajo, hospedaje, alimentación, cuidado médico y dental. También conecta a las víctimas con servicios legales para cuestiones migratorias. En el año fiscal 2018, el programa ayudó a más de 55 víctimas de trata.

Clara Ann Wagner trabaja con víctimas de la trata en el Comité Internacional de Rescate. (Foto por Mia Armstrong/Cronkite Noticias)

También hay organizaciones trabajando para superar las barreras culturales y de lenguaje que pueden restringir la habilidad de víctimas extranjeras de acceder a servicios. Schaeffer y Loza del Polaris Project, por ejemplo, dijeron que su organización se ha dedicado a asegurar que haya recursos en español para las víctimas, incluso información sobre sus derechos e intérpretes entrenados en trabajar con personas que han experimentado trauma. La Línea Nacional Contra la Trata de Personas está disponible en español y a través de mensajes de texto.

Rafael sabe el poder de estas iniciativas, porque fue una organización comunitaria que lo ayudó a salir de su situación de trata. No se escapó, dijo, porque siempre vivirá con el trauma de su experiencia. Pero ahora, tiene una vida lejos de la vida que vivió antes.

“Nunca me escapé. Me educaron, me informaron, y basado a eso yo tomé la decisión de intentar rehacer mi vida, con bastante temor, con bastantes challenges (retos)”, dijo.

Su mensaje para las víctimas de la trata que siguen viviendo en la pesadilla que él antes vivió es sencillo.

“Lo peor, lo estás viviendo hoy. Lo mejor va a ser cuando dejes de querer vivir lo peor”, afirmó.