Carlos García: Un candidato que se mantiene fiel a sus raíces

Carlos García no tiene cara de político. Tiene pelo largo y no usa traje. Mantenerse así, como es y ha siempre sido, tiene un significado especial para él: Significa mantenerse fiel a sus raíces.

Carlos García creció en México, cruzando la frontera sin papeles de forma fluida hasta que en un punto tuvo la opción de legalizar su estatus . En esos viajes, se despertó en él un deseo inmenso de luchar en contra de las injusticias que presenció. En el 2003, se mudó a Phoenix, donde lleva una década trabajando como director ejecutivo de Puente. A través de esa organización lucha por los derechos de los inmigrantes y comunidades de bajos ingresos. Ahora quiere luchar por los derechos de todos y por eso se ha postulado para un puesto en el ayuntamiento de la ciudad de Phoenix.

“Esa es la posición que veo ahorita donde le puedo ayudar más a la gente”, dijo García.

García empezó su trabajo de activista comunitario en su año final de la preparatoria, en Tucson. En aquel tiempo, trabajaba como voluntario, poniendo agua en el desierto para los inmigrantes que habían cruzado la frontera ilegalmente. No era el mejor de los estudiantes, pero tenía ambición – siempre quería más, recordó.

“Siempre me llamaban la atención las injusticias”, dijo.

Luego en su primer año de colegio, tomó una clase de estudios chicanos y fue ahí que decidió dedicar su vida a combatir las injusticias en contra de su gente.

“En los últimos 15 años, todo mi vida de adulto, he estado luchando por los derechos de nuestra comunidad, específicamente para parar las deportaciones y las injusticias en las manos de la policía”, dijo García.

Para él, lograr ser electo como concejal para el ayuntamiento de la ciudad no es un paso profesional sino una manera poderosa de ayudar a más personas.

García no tiene cara de político. Tiene pelo largo y no usa traje. Mantenerse así, como es y ha siempre sido, tiene un significado especial para él: Significa mantenerse fiel a sus raíces.

“Personas de nuestra comunidad pueden hacer esas cosas” — postularse en una elección y ocupar un puesto en la mesa de decisiones”, dijo. “Y ya lo hicieron.”

Muchas veces, dijo García, una persona que crece pensando en ser político “no está pensando en cómo ayudar a la gente sino cómo se va a ayudar a sí mismo.”

De acuerdo con García, su motivación viene exclusivamente de su deseo de mejorar la vida de su comunidad.

Él ve su campaña como un experimento. Si logró organizar a la gente para que derrotaran al alguacil Joe Arpaio en las elecciones de 2016, ¿por qué no organizarlos para apoyar a uno de ellos?

“Si podemos sacar nuestra comunidad a votar por una persona que no queremos, que nos hizo tanto daño”, dijo, “significa que podemos lanzar una persona que está con nosotros, que es uno de nosotros”.