Fotografías de objetos personales de migrantes despiertan crítica, reflexión

Las fotografías de Tom Kiefer de objetos que fueron confiscados por la Patrulla Fronteriza de inmigrantes, durante una exhibición en Northlight Gallery en el centro de Phoenix durante First Friday en octubre. (Foto por Nicole Neri/Cronkite News)

Gloria Martínez tenía 8 años cuando atravesó el Río Grande con su familia para ingresar a los Estados Unidos desde su natal Guanajuato, México. Todavía recuerda el miedo, un sentimiento que muchos migrantes cargan consigo en su viaje al norte al igual que sus más preciadas pertenencias.

Es por eso que Martínez se identificó con las fotos de objetos confiscados de migrantes detenidos por la Patrulla Fronteriza cuando ingresaban ilegalmente al país al asistir a una exhibición que incluye el proyecto “El Sueño Americano” del fotógrafo Tom Kiefer.

La intimidad y valor sentimental de tales artículos personales motivó a ella y a otros artistas a enfrentar a Kiefer durante su discurso en la galería, sacando a la luz un debate nacional mucho más profundo sobre quién tiene derecho a contar las historias de comunidades sin privilegios.

“Sentí que elimina a la persona convirtiéndola en un objeto y deshumaniza a una persona que una vez puso mucha energía, esperanza, amor y seguridad en este objeto”, dijo Martínez.

Martínez, quien ahora tiene 35 años, está protegida por DACA, un programa federal que le permite vivir en el país sin enfrentar una deportación, y es estudiante de arte en la Universidad Estatal de Arizona (ASU por sus siglas en inglés). Su experiencia al llegar al país como inmigrante indocumentada aún es parte de su día a día.

“Después de escucharlo hablar … como artista, entiendo que el arte debe de evocar sentimientos y discusiones conmovedoras”, agregó la artista.

El fotógrafo Tom Kiefer habla sobre su proyecto “El Sueño Americano” en el evento de apertura de la Galeria de Northlight de la exposición “Toward Reconciliation, Away” el 21 de septiembre. (Foto por Adriana Falero/Cronkite Noticias)

Al entrar a la galería “Toward Reconciliation, Away”, se observan fotografías con fondos coloridos colgadas en la pared de objetos individuales o de una colección de los mismos como juguetes, billeteras, llaveros y teléfonos celulares. Otros artículos fotografiados por Kiefer incluyen una nota de amor privada y un peine con un nombre incrustado.

Kiefer nació en Wichita, Kansas y ha vivido en Ajo, Arizona desde el 2001. Mientras trabajaba limpiando baños en la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) en Why, Arizona en el 2007, comenzó a recuperar artículos que fueron confiscados de migrantes y desechados por ser considerados letales o no esenciales. En otros casos, Kiefer dijo que se trataba de objetos que la Patrulla Fronteriza no retornó a sus dueños.

El fotógrafo se considera un documentalista y custodio de la historia.

“Si no hubiera recuperado estos artículos de la basura, simplemente habrían ido al vertedero. No habría habido registro de que estas personas vinieron”, dijo Kiefer.

La fotografía de Tom Kiefer “Duck Pins” consiste de alfileres de bebés que pudieron haber cruzado la frontera de Estados Unidos con algún familiar y sido capturados por la Patrulla Fronteriza. Estos artículos forman parte de una extensa serie de objetos personales que el fotógrafo recuperó cuando trabajaba en la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) en Why, Arizona. (Foto cortesía de Tom Kiefer)

“La vida vivida es la que cuenta la historia”

Según el poeta estatal de Arizona y el profesor de ASU, Alberto Ríos, los artistas que no son migrantes deben aclarar que cuentan la historia desde un punto de vista externo y participar en la conversación de esa manera.

Ríos creció en la frontera en una familia bicultural y opina que los objetos que quedan allí definen la historia de quienes pasaron por la experiencia.

“La vida vivida es la que cuenta la historia”, dijo Ríos. “Esos objetos forman parte de su historia. Han atravesado el desierto … que en sí mismo es extraordinario, pero luego tratan de ocultar el hecho de ese sufrimiento tan duro y difícil. Esta es una historia que de alguna manera se cuenta a sí misma. Explota del artista inmigrante”.

Zarco Guerrero es un artista y activista chicano que vive en Mesa, Arizona cuyo arte se centra en máscaras y esculturas que transmiten una apreciación de su descendencia indígena.

Su objetivo es crear obras de arte que transmitan humanidad e inspiran sentimientos de empatía hacia otras personas para que tomen acción.

“Sin identidad, sin cultura, sin una perspectiva histórica, no tenemos dignidad como seres humanos”, dijo Guerrero. “El arte está destinado a educar e iluminar a las personas, a dar un significado a sus vidas y darles un significado a ellos a través del arte”.

Michael Sneberger (izquierda), un estudiante de informática en la Universidad Estatal de Arizona y su padre Richard Sneberger (derecha) hablan sobre la fotografía de Tom Kiefer de los objetos confiscados de las personas en la frontera, en la Galería Northlight de ASU en el centro de Phoenix el primer viernes de octubre. (Foto por Nicole Neri/Cronkite News)

Una conversación más allá del arte

Kiefer tiene como objetivo demostrar la inmoralidad de la situación en la que se encuentran los migrantes innecesariamente arrebatados de sus pertenencias. El fotógrafo quiere fomentar una comunicación que conlleve al cambio para tener políticas más humanas.

“Hay algunas personas que piensan que estoy explotando esta tragedia”, dijo Kiefer. “No se trata de explotarla, Se trata de tratar de iniciar una conversación sobre cuán horrible y moralmente incorrecto es esto. Despojar a estas personas de sus pertenencias que son profundamente personales simplemente no es correcto”, enfatizó.

Él espera que aquellos que se sientan conmovidos por su trabajo tomen iniciativa personal, cómo convertirse en voluntarios de un grupo de ayuda humanitaria o una iglesia y votar para elegir líderes compasivos.

La curadora de la exhibición “Toward Reconciliation, Away” Liz Allen eligió la fotografía “Dino” del fotógrafo Tom Kiefer para representar la exposición de arte inspirada por los niños migrantes separados de sus familias. (Foto cortesía de Tom Kiefer)

La exhibición de Kiefer sacó a relucir uno de los desafíos que enfrentan los artistas migrantes para encontrar espacios que los inviten a exponer su arte.

Una artista y beneficiaria de DACA presente en la exposición que se inauguró en la galería Northlight en Phoenix preguntó públicamente si Kiefer estaba usando su plataforma para incluir a los migrantes y permitirles hablar sobre sus experiencias.

También señaló la posición de privilegio de Kiefer mientras los migrantes todavía luchan por contar sus propias historias y los artistas de esta comunidad no han recibido espacios para compartir sus piezas. La joven no estuvo dispuesta a dar una entrevista.

Liz Allen, la curadora de la exhibición reaccionó a estos comentarios inmediatamente invitando a la artista a iniciar una comunicación con ella y la universidad para proveer más oportunidades para que beneficiarios de DACA e inmigrantes compartan sus experiencias por medios artísticos.

La exhibición de la que participó Kiefer está compuesta por obras de otros dos artistas, Wendy Babcox y Terri Warpinski, quienes también enfocaron su trabajo en conflictos en la frontera.

“Las personas que no viven cerca de la frontera mexicana de los Estados Unidos están realmente mal informadas sobre la situación”, dijo Allen. “Realmente espero que su trabajo haga que las personas hagan más preguntas y se informen mejor”.

La exposición del trabajo de Kiefer en Phoenix continuará hasta el 19 de octubre y será presentada en Florida este mes.