El “football” que cruza la frontera: Crece el fútbol americano en México

Anthony Gutierrez lanza la pelota de fútbol americano durante el entrenamiento mientras el Club Aztecas de San Luis se prepara para un próximo torneo de fútbol de banderas. (Foto por Josh Martinez/Cronkite Noticias)

SAN LUIS RÍO COLORADO, Sonora, México — Un grupo de jóvenes se arrodillan en un semicírculo alrededor de cinco hombres después de un entrenamiento de dos horas en un pequeño campo de fútbol en esta ciudad fronteriza.

A pesar de que el sol ya se ha puesto, la temperatura sigue ardiendo en esta comunidad en el desierto de Sonora, localizada a 25 millas al sur de Yuma. Aunque el terreno forma parte de una escuela secundaria local, está hecho de césped sintético, rodeado de campos de tierra. A su alrededor, hay cuatro lámparas, pero sólo tres funcionan.

Los jugadores se visten con camisa polo azul marino con la insignia “Club Aztecas de San Luis” al lado izquierdo de sus pechos; sus nombres y títulos están impresos en el otro lado. Sin embargo, este no es un equipo de fútbol tradicional. Es de fútbol americano, un deporte que actualmente está creciendo en México, particularmente en el norte, cerca de la frontera, y en las grandes ciudades.

“Son una máquina llamada Aztecas”, dijo Jack Guillen, uno de los entrenadores mientras algunos de los jugadores agarran las pelotas de fútbol americano y otros cuelgan banderas en sus cinturones. Durante todo este tiempo, sus ojos están fijos sobre su entrenador.

Un reportaje de la cadena estadounidense de deportes ESPN encontró que el fútbol americano es el segundo deporte más popular en el norte de México, después del fútbol tradicional. Sin embargo, otros reportes dicen que el fútbol americano es el sexto deporte más popular en todo el país.

México cuenta con una sistema de fútbol americano extenso, con dos ligas universitarias y una liga profesional de seis equipos llamada la Liga de Fútbol Americano, o LFA. Cuatro de estos equipos están basados en la Ciudad de México y los otros dos vienen de Monterrey, a 140 millas de Laredo, Texas.

Los equipos estadounidenses de la Liga Nacional de Fútbol, conocida como NFL, también han jugado algunos partidos de su temporada regular en el Estadio Azteca de la Ciudad de México. Entre ellos estuvieron los Cardenales de Arizona, cuyo partido en el 2005 atrajo un gran número de espectadores.

En el nivel universitario, el Instituto Tecnológico de Monterrey ha dominado el deporte, con 17 títulos nacionales en los últimos 30 años. Las escuelas universitarias y de preparatoria han jugado muchos partidos en varias partes de los Estados Unidos, incluso en el Arizona Western College en el 2011.

En una entrevista con la Prensa Asociada, conocida por su nombre en inglés, Associated Press, el director de la oficina de la NFL en México, Arturo Olivé, dijo que la NFL patrocina aproximadamente 6,500 equipos de jóvenes en 27 estados de México, incluyendo el Distrito Federal. En el 2012, habían solamente 120 equipos en seis estados.

El Club Aztecas ofrece fútbol de tacleo y de banderas para jóvenes de la escuela primaria hasta la preparatoria. El club no tiene su propio campo pero practica en varias campos de fútbol tradicional en San Luis Río Colorado, Sonora, México. (Foto cortesía del Club Aztecas)

Los Aztecas tienen dos años de existencia y dos tipos de equipos. El equipo infantil, donde se juega el fútbol de banderas y de tacleo, es para los jóvenes de la escuela primaria y secundaria, dependiendo de la edad. El otro es el nivel de varsity, dedicado a los jóvenes de la escuela preparatoria quienes juegan el fútbol de tacleo y banderas también.

El deporte también acoge a niñas y mujeres jóvenes, quienes juegan típicamente en los equipos de banderas.
Algunas ciudades cercanas de la frontera con los E.E. U.U., como Mexicali y Tijuana, tienen varios equipos. Pero San Luis Río Colorado es una de las ciudades que sigue trabajando para hacer crecer este deporte en sus comunidades.

En los últimos años, dos equipos se han basado en San Luis: los Aztecas y los Spartans.
Rolando Cantú, quien trabaja como gerente de empresas internacionales para los Cardenales de Arizona, fue el primer jugador nacido en México que, sin ser pateador, alcanzó la NFL después de jugar en el sistema universitario de México. Él jugó en la línea ofensiva de los Cardenales de Arizona en el 2005.
Típicamente, dijo Cantú, los Estados Unidos ejerce gran influencia sobre las comunidades en la frontera y es por eso que el fútbol americano prospera en estas localidades.

“Pienso que los jóvenes que crecen (en San Luis) tienden a ser atraídos a béisbol,” dijo Cantú. “Ahora que hay opciones con el fútbol americano con los Aztecas y los Spartans, pienso que muchos de estos jóvenes pasan por un campo de fútbol americano y dicen, ‘Mira, estos jóvenes tienen cascos, hombreras, los dummies de tacleo, que chido, están golpeando, quiero intentarlo’”.

Billy Barraza, un entrenador del Club Aztecas, piensa que muchos de los jóvenes en San Luis juegan fútbol americano en vez de otros deportes porque poseen varios niveles de talento y capacidad atlética.

“Principalmente, muchos jóvenes que juegan con nosotros es por su físico”, dijo Barraza.“¿Por qué? Porque no les gusta el béisbol, no pueden correr rápido. Aquí, nosotros les decimos que se desarrollen para que puedan ser atletas competentes”.

Para Anthony Gutiérrez, un joven de la prepa que juega en el club, el fútbol americano es el único deporte que capturó su interés.

Gutierrez mide más de seis pies de altura y tiene el físico de un jugador apto para este tipo de deporte. Según dijo, creció en los Estados Unidos y jugó fútbol americano en un equipo de jóvenes antes de mudarse a México.
Al llegar, se sorprendió al ver la popularidad del deporte.

“Hay más equipos de los que pensé en Mexico”, dijo Gutierrez. “Aquí en San Luis, (Sonora) hay dos equipos. En Mexicali, hay bastantes y hay más en otras ciudades”. Sin embargo, con el crecimiento vienen desafíos. Unos de estos, según Cantú, es que los Aztecas no tienen un campo propio para jugar. Por eso, tienen que usar canchas de fútbol tradicional y de béisbol que estén disponibles. (Sin embargo, Mexicali y Nogales si cuentan con sus propios campos de fútbol americano).

La seguridad en el juego

Edgar Barraza, el presidente de los Aztecas, también cree que hay padres en San Luis que temen que sus niños puedan sostener contusiones cerebrales al jugar fútbol americano. Hay muchos jugadores que han sostenido este tipo de lesiones a cada nivel del deporte y la seguridad es un punto de discusión.

Para aliviar este temor, según Barraza, el club necesita demostrarle a los padres que los entrenadores son capaces y tienen experiencia en el deporte para enseñar y cuidar a los jóvenes.
“Poco a poco, la gente ha ido apoyando”, dijo. “Ves otras ciudades en México sobrepasar barreras y el deporte crece. Nosotros tenemos que seguir educando a la comunidad”.

Club Aztecas de San Luis es una organización de fútbol americano que da a los jóvenes de San Luis Río Colorado, Sonora, México la oportunidad de jugar a este deporte. Pero, a diferencia de algunos ciudades más grandes sobre la frontera, este pueblo todavía sigue desarrollando el deporte. (Foto por Josh Martinez/Cronkite News)

En su dos años de existencia, el club ha contratado a entrenadores con diferentes especialidades, pero todos comparten la pasión por el deporte y quieren verlo crecer en popularidad.

Edgar Barraza tiene casi 10 años de experiencia entrenando tras jugar el deporte a principios de los años 2000. Su hermano, Billy Barraza, está a encargo de la ofensiva del club y también ha sido entrenador y jugador.
Guillén trae con él una pasión por el deporte de toda la vida. Su padre fue entrenador de fútbol americano en una escuela politécnica en la Ciudad de México y, según dice, a su papá le encantaba el deporte. Nombró a su propio hijo Jack por el exjugador de los Pittsburgh Steelers, Jack Lambert.

Lo que más atrae Guillén a este juego en particular es como el fútbol americano puede ayudar a los jóvenes a convertirse en mejores personas para el resto de sus vidas. “Te enseña disciplina. Te enseña a trabajar en equipo” dijo. “Te forma como persona competente, a luchar y a ser alguien que siempre da lo mejor que tiene”.

Lazos que cruzan la frontera

Durante los últimos dos años, los Cardenales de Arizona y Rolando Cantú han llevado a cabo un campamento en San Luis.

La relación empezó cuando Edgar Barraza contactó a Cantú a través de las redes sociales para ver si él tenía interés de hacer uno en San Luis. Cantú contestó que lo haría con gusto, ya que se había fijado que muchos fanáticos de San Luis estaban asistiendo a los partidos de los Cardenales en Glendale.
Y aunque ya hay muchas ciudades en México que poseen comunidades fanáticas del fútbol americano, aún queda camino por recorrer en San Luis.

“¿Por qué no en San Luis?” dijo Cantú. “¿Por qué no? Debemos apoyar a estos jóvenes con campamentos y darles a veces uniformes, camisetas de fútbol americano para practicar, camisas o algunas cosas más para que les ayuden a entender y jugar este deporte”.

Durante su primer año en San Luis, Cantú estima que poco menos de 50 jóvenes asistieron al campamento. En el segundo año, aproximadamente 115 vinieron.

“El (Cantú) inspira a los muchachos”, dijo Edgar Barraza. “Los anima a seguir entrenando, seguir formándose, ya que ven que es algo alcanzable”.

Las metas de los jóvenes varían en cuanto a nivel de aspiración. Incluyen jugar en la NFL, jugar en la universidad o jugar en la Selección Nacional de Fútbol Americano o participar en torneos internacionales, según Barraza.

La selección nacional de México ha ganado el campeonato de la Federación Internacional de Deporte Universitario en los últimos tres años.

Otra opción para los jóvenes es jugar en el sistema universitario del país, particularmente en el Centro de Enseñanza Técnica y Superior de la Universidad de Mexicali. CETYS tuvo seis victorias y una derrota en la temporada pasada.

“Tenemos la universidad de CETYS en Mexicali, que tiene un programa de fútbol americano muy bueno donde muchos jóvenes dicen ‘me quiero preparar, quiero aprender este deporte para poder conseguir una beca, ya sea en CETYS o en otra universidad de la república que les guste”, según Barraza.

La NFL es diferente, añadió. Es difícil de llegar pero no imposible. Según el periódico Los Angeles Times en Noviembre del 2017, sólo un 1 por ciento de los jugadores de la NFL son latinos, y muchos menos son mexicanos. Cantu estimó que el número exacto es menos de 20 jugadores a través de los años.

Victor Leyva es otro jugador que nació en México. Él jugó para la Universidad Estatal de Arizona como parte de la línea ofensiva y durante 10 partidos para el equipo profesional los Cincinnati Bengals.

La mayoría de los jugadores nacidos en México empiezan en la NFL como pateadores. Además, la barrera del idioma es un desafío para los que quieren llegar a la liga profesional.

“Para presentarse a la pruebas para un equipo de la NFL, se necesita saber y dominar el inglés”,dijo. “Si no lo hacen, nadie va a parar lo que están haciendo y traducirte. Creo que eso es lo que menos esperan los jugadores. En México pueden practicar el deporte, y cuando llegan a los Estados Unidos, es totalmente diferente”.A pesar de estos retos, Cantú dijo que hay talento en México y no sólo para ser pateadores.

La clave es seguir motivando y animando a estos jóvenes para salir adelante.

Los jugadores del Club Aztecas de San Luis se preparan para la jugada. (Foto cortesía del Club Aztecas)

En cuanto a los fanáticos, un estudio de Global World Index en el 2015 estimó que hay casi 24 millones de fans en México, el segundo número más grande después de Estados Unidos.

Según la página web de estadísticas FiveThirtyEight, en el 2014 hubo más fanáticos de fútbol americano en el área metropolitana de Ciudad de México que en algunas ciudades estadounidenses, incluyendo Phoenix. Sin embargo, el área metropolitana de la Ciudad de México tiene una población mucho más grande que otras que cuentan con un equipo de la NFL.

“México tiene mucho orgullo en jugar fútbol americano”, dijo Cantú. “Eventualmente, estos niños de la frontera en San Luis va a tener una oportunidad de jugar en algunas de estas universidades en México”.

Aún hay espacio para crecer en San Luis, pero eso es lo que lo hace divertido, dijo Cantú. Hay cabida para hacer los campamentos mientras que los Cardenales quieran seguir enfocados en aumentar el interés por el deporte en el área.

Barraza dijo tener esperanzas de que los Aztecas sigan creciendo y además, seguir fortaleciendo confianza entre los padres. Recientemente, fue certificado como un árbitro y quiere ayudar a otros entrenadores a recibir sus certificaciones también.

Además, le gustaría agregar niveles adicionales a las ligas a medida que el número de participación va aumentando.

“Queremos que este deporte se quede en la ciudad y se quede para toda la vida”, dijo Edgar Barraza.
Para estos entrenadores, se trata de mucho más que el éxito deportivo. También quieren desarrollar a estos jóvenes a ser mejores personas, tanto dentro como fuera del campo de fútbol americano.

Según Guillén, aprendió muchas lecciones en su época de jugador que todavía son parte de su vida. Estas lecciones le guían como entrenador, motivando su pasión.

“¿Qué es lo que pretendo yo al unirme a ellos?” se preguntó Guillen. “Es encaminarlos hacia eso. A que sean buenos jugadores pero también, después, buenos padres, buenos hijos, buenos ciudadanos y buenos profesionales”.

“Eso es lo que este deporte te puede dar, y sobretodo, te da buenos amigos”, concluyó.

Para leer este reportaje en inglés visita Cronkite News.