Durante crisis de opioides continúan a la deriva programas de intercambio de jeringas

Los grupos comunitarios que promueven la salud pública expresaron que continuarán trabajando en el intercambio de agujas y jeringas aunque un proyecto de ley que legaliza ese intercambio se ha estancado en la Legislatura de Arizona.

“Vamos a seguir operando”, expresó Haley Coles, directora de Sonoran Prevention Works, una organización sin fines de lucro que lleva a cabo programas con la meta de reducir los riesgos que enfrentan las personas que consumen drogas. También dispensan el fármaco de reversión de opioides conocido como naloxona y ofrecen servicios informativos para personas que padecen de una adicción.

En su versión original la legislación HB 2389, patrocinada por el representante republicano Tony Rivero de Peoria, permitía que los usuarios de drogas intravenosas intercambiaran agujas sucias por productos limpios sin temor a ser arrestados.

Distribuir agujas para el uso de drogas ilegales sigue siendo un delito grave. Eso ha obligado a la mayoría de los programas de intercambios de agujas en el estado a operar bajo el radar y a discreción de las autoridades locales.

“Sobrevivimos antes, sobreviviremos ahora, sobreviviremos mañana”, dijo Graeme Fox, voluntario de Shot in The Dark, una agrupación que brinda servicios también de salud pública.

La meta es “traer igualdad de salud a las personas que están marginadas por la guerra contra las drogas, ayudándoles sin importar dónde se encuentren en su batalla contra la adicción”, dijo
Fox.

El intercambio de jeringas y agujas esterilizadas es una forma de prevenir la transmisión de enfermedades como el VIH, la hepatitis C y heridas relacionadas con las inyecciones, explicó Coles.

Una caja de jeringas con agujas proporcionadas por Shot in the Dark. (Foto por Ronny Morales/Cronkite Noticias)

La propuesta de ley se presentó en el marco de una crisis por el consumo de opioides en el estado que llevó a la Legislatura y al gobernador Doug Ducey a aprobar una reforma con la meta de prevenir más muertes. Sin embargo, la HB 2389 no fue considerada dentro de esos cambios.

En un principio el proyecto fue avanzando, pero después de ser enmendado en el Senado se frenó.

La enmienda presentada en el Senado requería que el director del Departamento de Servicios de Salud de Arizona primero declare una emergencia de salud pública debido a un posible brote de enfermedades infecciosas. Esto antes de que se pueda abrir un programa de intercambio de jeringas en una comunidad parecido a Shot in the Dark y Sonoran Prevention Works.

“Eso es exactamente lo que intentamos evitar, no deberíamos esperar a un brote para ayudar a estas personas”, afirmó Coles.

Los grupos comunitarios ahora se preocupan de que el proyecto de ley pueda morir en los últimos días de la sesión legislativa. La última votación sobre la propuesta de ley fue el 11 de abril y sus promotores consideran que el futuro no parece prometedor.

“En este punto, el proyecto está básicamente muerto”, dijo Coles.

Cronkite Noticias intentó repetidas veces entrevistar al legislador Rivero, autor de la ley, pero no concedió entrevista.

Entre los críticos a la propuesta se encuentran el procurador del Condado Maricopa, Bill Montgomery, quien ha expresado en algunas entrevistas a los medios como el Arizona Republic que estos programas de intercambio promueven el consumo de drogas en lugar de disuadirlo.

Cada día, más de 115 estadounidenses mueren debido a una sobredosis relacionada con el abuso de los opioides, de acuerdo a Instituto Nacional sobre el Uso Indebido de Drogas.

En Arizona, ha habido un total de 996 muertes registradas por sobredosis relacionadas con el consumo de opioides en el 2016 y los hispanos ocupan el segundo puesto con 168 muertes, según un análisis de la Kaiser Foundation.

“Tenemos que hacer algo, porque esta enfermedad nos está matando”, explicó Gerardo Valencia, quien lleva 5 años en la lucha contra la adicción.

Valencia opinó que los programas de intercambio de jeringas y agujas pueden ayudar a prevenir enfermedades de transmisión sexual en una comunidad que no siempre tiene acceso a servicios. Esto lo ha visto con sus propios ojos.

Las personas simplemente no pueden permitirse el lujo de recibir tratamiento para el abuso de sustancias o no tienen la documentación adecuada para ser admitidos, dijo Valencia, en los casos en que carecen de un estatus migratorio en el país.

Un puesto móvil de Shot in the Dark ofreciendo a las personas botiquines de salud, agujas limpias y agua (Foto por Ronny Morales/Cronkite Noticias).

Salud en las calles

Cuando los voluntarios de Shot in the Dark salen a trabajar en las comunidades, llegan a reunir entre 400 a 450 personas en dos horas en sus puestos de asistencia móviles.

“En esas dos horas, encontré la necesidad de ayudar a estas personas que no pueden recibir ayuda en otros lugares”, afirmó Fox.

En 2015, se calculó que más de 19 millones de personas de 12 años o más necesitaban tratamiento para el abuso de sustancias pero no lo recibieron, de acuerdo a un informe de SAMHSA, la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias. Esa agencia dentro del Departamento de Salud y Servicios Humanos lidera los esfuerzos de salud pública.

Según el mismo informe, de esas personas, 4.6 por ciento reportaron que sí percibían una necesidad de recibir tratamiento de abuso de sustancias, mientras que el 95.4 por ciento percibió lo contrario.

Son este tipo de estudios los que de acuerdo a Fox “muestran que estamos supliendo las necesidades de las personas que actualmente no pueden ayudarse a sí mismas”.

Buscan llegar a los latinos

Cuando se habla de prevención, los latinos tampoco pueden ser dejados de lado, afirmó
Coles, directora de Sonoran Prevention Centers.

“No se trata sólo de personas blancas, tenemos personas de color que se ven afectadas”, agregó.

Coles dijo que es importante no asustar a la gente, sino reunirse con ellos.

“Prevenimos una mayor estigmatización, aislamiento, alienación al involucrarnos con la gente e intentar crear una comunidad”, dijo Coles.

El proyecto de ley no sólo permitirá el acceso a jeringas limpias, sino también el acceso a botiquines de tratamiento para el abuso de sustancias que proporcionan naloxona.

La naloxona es un medicamento diseñado para revertir rápidamente la sobredosis de opioides. Puede restablecer velozmente la respiración normal a una persona cuya respiración se ha detenido como resultado de una sobredosis de heroína o medicamentos como los opioides.

Valencia dijo que aunque no reciban ayuda médica, las personas que buscan este tipo de apoyo están dando una señal de esperanza de recuperación, ya que les importa lo suficiente como para usar al menos una aguja limpia.

“Creo que tiene mucho bueno ese programa. No son juntas, no son consejos pero te va a salvar de una enfermedad. Al menos estás usando una aguja limpia”, concluyó.