Dos emprendedores le dan sabor mexicano a una dieta vegana

PHOENIX – Leticia y Jose Gamiz se volvieron veganos hace más de tres años, cuando un nuevo integrante de su familia los hizo reconsiderar el trato que reciben los animales para que las personas puedan consumir productos derivados de un animal.

Los Gamiz tenían tiempo de tener perros como mascotas en su hogar, pero un día se encontraron con un pastor alemán y lo llevaron a su casa. Con él todo cambió. Este perrito al que le dieron el nombre de Rex, era diferente.

“Un día me miró a los ojos y me di cuenta que es un ser que vive, respira y siente como yo, el tiene emociones, está feliz, está triste, anhela amor y me di cuenta que somos iguales”, dice Jose. En ese momento fue en que los Gamiz decidieron cambiar su estilo de vida y dejar de consumir productos de animal como la carne y los lácteos.

Los Gamiz ahora son veganos, forman parte de una pequeña minoría entre los latinos que llevan una dieta en la que no consumen productos de origen animal, no sólo evitando la carne, sino también productos lácteos como la leche y el queso.

Un 3 por ciento de los latinos se consideran veganos, de acuerdo a una encuesta en el 2016 realizada por el Vegetarian Research Group, una organización sin fines de lucro que educa al público sobre los beneficios del vegetarianismo y el veganismo.

Pese a hacer un cambio en su dieta los Gamiz se encontraron con un problema cuando buscaban opciones de sitios en dónde comer afuera de su casa.

“No encontrábamos dónde comer la comida que a nosotros nos gustaba. Empezamos en la casa veganizando nuestros platillos”, dice Leticia.

Para poder hacer esto los Gamiz comenzaron a sustituir ingredientes.. Así nació el concepto de Mi Vegana Madre, un camión de comida que ofrece platos típicos de México que son veganos.

Leticia y Jose Gamiz decidieron abrir su propio negocio de comida vegana porque no encontraban alternativas de comida. (Foto Mersedes Cervantes/Cronkite Noticias)

En Mi Vegana Madre ofrecen tacos y burritos a un público que en su mayoría es latino.
Unas de las alternativas para reemplazar los huevos que usan los Gamiz en los burritos que sirven es el tofu, también incluyen, tomate, cilantro y papas rostizadas.

“El sabor está en las especias – la cebolla, el ajo, la sal, los chiles, todas las cosas que ponemos. Así que todos esos sabores se pueden recrear en algo tan simple como el brócoli, la coliflor, cualquier tipo de vegetal”, dice Jose.

Algunos estudios demuestran las ventajas de llevar una dieta vegana. Un reporte del American Journal of Clinical Nutrition de 2009 destaca los beneficios de este tipo de dieta para las personas que sufren de diabetes, fomentando la pérdida de peso y su salud cardiovascular.

Aun así, Sonia Vega–López, una profesora de nutrición de la Universidad Estatal de Arizona, tiene algunas preocupaciones con respecto a la alimentación vegana.

“Pudiera tener algunos riesgos, hay ciertos nutrientes que no están presentes en la dieta, se tiene que tener cuidado de que no vaya a caer al extremo de desarrollar deficiencias eso podría desencadenar anemia y otros problemas”, dice Vega-López.

Algunos de los nutrientes que están ausentes en una dieta vegana son el B-12 y hierro, es por eso que muchos veganos toman vitaminas o comen comidas fortificadas con esos nutrientes.

Jose dice que al no tener la opción de comer comida rápida que muchas veces tiene altas calorías, empezó a perder peso. Jose enfatiza que el ser vegano no te hace automáticamente saludable.

“Al principio cometemos muchos errores porque no sabemos qué alimentos comer. Eventualmente, comienzas a aprender y comienzas a escuchar a tu cuerpo y te sintonizas con lo que te está diciendo en cuanto a lo que le gusta y lo que no le gusta”, comparte.

Los Gamiz también se han beneficiado en otras formas, notan que ya van más de dos años que no se enferman ni de un resfriado, y notan tener más energía.

Aunque no tienen la intención de que todos cambien su estilo de vida a uno vegano, piensan que la gente debería mantener una mente abierta y al menos probar este tipo de alimentación.

“Muchas veces nos dicen que si nosotros no les hubiéramos dicho que es carne, ellos hubieran pensado que es carne lo que les estamos sirviendo”, dice Leticia.