En la clínica PACH, la salud es un derecho humano

Salud Sin Papeles” es un documental por el cineasta venezolano Juan Freitez que narra la historia de PACH una clínica que brinda cuidado médico gratuito a personas sin documentos.

“Esta es una historia de inmigrantes contada por un inmigrante y para mí eso es muy importante”, dijo Freitez.

El cineasta oriundo de Venezuela era voluntario intérprete en la clínica, así que él conoció muy de cerca las historias de los pacientes.

“Fueron muchas de las historias de las que yo había vivido, entonces me sentí identificado con eso”, dijo. “Son historias que tienen que salir a la luz para que la gente se de cuenta lo que pasan los inmigrantes”.

Antes de que se estableciera la clínica en el 2012, había sólo un grupo de paramédicos ambulantes que se dedicaban a asistir a personas lesionadas o heridas en medio de protestas, ahora PACH es una clínica ubicada en el centro de Phoenix que atiende a más de 100 pacientes.

Amy McMullen, co-fundadora de PACH mencionó que para ellos la salud es un derecho universal que todos deberían tener.

“Creemos que el cuidado médico es un derecho, las personas que no tienen acceso a cuidado médico no van a formar comunidades saludables”, señaló McMullen.

Sin embargo,la realidad es otra, de acuerdo con un estudio de The Commonwealth Fund, un 40 por ciento de los latinos en los Estados Unidos no cuentan con seguro médico. Se estima que la mitad de estas personas son indocumentadas, según datos del Pew Research Center.

Por eso PACH se ha dedicado a asistir a este tipo de personas; aquellas sin documentos, y pocos recursos.

“Ahorita está muy dificil para todos, sobre todo uno que viene de otros países y sin documentos es más difícil”, dijo María Elena Salinas, originaria de México.

Salinas lleva tres años que se atiende en PACH, no tiene documentos legales, ni cuenta con seguro médico.

Ella trabaja todos los días limpiando casas, su sueldo de una semana es de aproximadamente $200 dólares, lo cual no le alcanzaría para pagar sus gastos médicos, pero gracias a PACH ella no tiene que privarse de los servicios que necesita.

“Aquí me han detectado que he estado un poco para la pre-diabetes que yo no sabía, también me han dado tratamiento que tomar de vitaminas y yo que ya estoy en lo de la menopausia también me han ayudado mucho para controlarme eso”, dijo.

Maria Elena Salinas se atiende en la clínica PACH desde hace tres años.
(Foto por Ashley Ballard | Cronkite News)

Además de las revisiones médicas Salinas recibe apoyo con sus medicamentos y exámenes de laboratorio.

“Aparte de la consulta que no se tiene que pagar nada, ellos nos ayudan mucho con la medicina lo del laboratorio que también es muy caro”, dijo.

La idea del documental empezó con el fin de recabar fondos para la clínica.

“Ya sabía más o menos las historias de los pacientes y de la clínica entonces una de las fundadoras me pidió que hiciera un video para recaudar fondos y yo le propuse a ella porque no hacemos un video para recaudar fondos y también hacemos un documental”, expresó Freitez.

El cineasta confezó que no esperaba encontrar un nivel de pobreza de esta magnitud en este país.

“Estados Unidos se jacta de ser un país que está en pro de los derechos humanos, que el Departamento de Estado tiene un informe que sale anual que critica los derechos humanos en otros países y cuando lo ves aquí en la misma comunidad de los Estados Unidos que hay personas que a quienes se les niega, seres humanos a quienes se les niega los derechos humanos es difícil, me sorprendió mucho cuando yo vi eso”, dijo Freitez.

El cineasta espera que aparte de ayudar a PACH su documental envíe el mensaje a otras comunidades: “de la nada se pudo construir una clínica y se pudo ayudar a la comunidad y se puede hacer de la nada organizando y queriendo hacerlo”.