Un soñador defiende el derecho a ejercer su profesión

Thomas Kim quiere ser abogado para defender los derechos de otras personas, pero antes de conseguirlo le toca defender lo que él considera su derecho: ejercer su profesión.

Kim, de 25 años, nació en Corea del Sur y llegó a los Estados Unidos con su familia cuando tenía 13 años con una visa de turista. El abogado que ayudaba a su familia cometió un fraude y los dejó en un limbo legal.

Aun así la situación legal de Kim no lo ha limitado en su carrera pero puede ser un impedimento para que alcance a ser abogado. Su caso trae atención a la ausencia de una política nacional que regule cómo los distintos estados permiten o no que una persona pueda ser admitida a la barra de abogados para fungir como profesional.

“Mi intención es mudarme al estado de Oregon, para practicar leyes ahí y ayudar a las comunidades en donde crecí”, dijo Kim. Pero este estado no permite que los inmigrantes indocumentados accedan a una licencia para convertirse en abogados.

En mayo, Kim se gradúa de la Facultad de Leyes Sandra Day O’Connor en la Universidad Estatal de Arizona. Seis meses después vence su permiso de trabajo, el cuál obtuvo a través de DACA un programa que ampara a otros 800,000 jóvenes como él de ser deportados y fue rescindido por la administración del presidente Donald Trump.

“Eso significa que en octubre de 2018 ya no podré trabajar en los Estados Unidos legalmente, ahora, yo no estaré protegido de la deportación”, dijo Kim.

Aun así, Kim no está dispuesto a que ese sea el fin de su carrera.

En agosto de este año, Kim logró que la Barra Americana de Abogados (ABA por sus siglas en inglés) adoptara la resolución 108, a favor de que el status legal de una persona no sea motivo para que no pueda ser un abogado.

La resolución pide que el Congreso modifique la ley, para que una corte estatal que regule la aceptación a la barra de abogados pueda permitir que un inmigrante indocumentado obtenga su licencia para practicar leyes, si “está buscando un estatus legal en el país”.

Kim no definió que quiere decir “buscar un estatus legal” cuando escribió la resolución para dejar las puertas abiertas a que todos los inmigrantes pudieran ser potencialmente considerados.

El estudiante explicó que “los inmigrantes indocumentados como yo pueden tomar el examen de la barra, pasarlo, y recibir su licencia en los 50 estados y territorios del país” si esta resolución es adoptada por el Congreso.

Phil David Ortega, el secretario y abogado con la Barra Hispana conocida como los Abogados dijo que es más probable que cada estado tome su propia decisión a esperar que el Congreso lo resuelva.

“Las barras de abogados de los estados, tienen mayor voluntad que el Congreso, porque el Congreso a veces se tarda mucho para actuar, es muy difícil que tomen acción”, dijo. “Espero que (localmente) estén dispuestas a hacerlo”.

California, Florida, New York, Illinois, Nebraska y Wyoming han permitido que los inmigrantes indocumentados sean admitidos a la barra de abogados, de acuerdo a un reporte de ABA. Estos profesionales también pueden verse afectados por la revocación de DACA al vencer su permiso laboral.

En Arizona, esa decisión está en manos de la Corte Suprema. La vocera de ese tribunal, Heather Murphy, dijo por escrito que no tienen una política, a favor o en contra.

Thomas Kim de 25 años quiere ser abogado y para lograrlo esta dispuesto a cambiar las leyes del país. (Foto por Ashley Ballard | Cronkite News)

En Oregon donde Kim quiere trabajar, aún no permiten que una persona indocumentada practique leyes.

Pero Kim se mantiene positivo, para él es sólo el comienzo. En noviembre, Kim y sus compañeros irán de cabildeo a todos los 50 estados para exigir que adopten esta política.

“No es que sólo me importen las personas que quieren ser abogados. Sí, me importan, pero me interesan todos los inmigrantes sin importar su estatus legal. Tengan o no tengan documentos, yo quiero que todos los inmigrantes sean exitosos en esta nación y que alcancen el sueño americano”.

Kim de alguna forma ya ha logrado parte de ese sueño. No solamente tiene estudios en leyes, obtuvo dos licenciaturas: una en psicología y la otra en matemática. También es el presidente de la división estudiantil de ABA.

Un fraude los dejó en el limbo

La familia de Kim tenía dos opciones legales para resolver su status legal en los Estados Unidos.

Ellos solicitaron la residencia por el empleador de su madre, pero les fue negada. También, mientras ese proceso estaba pendiente, su padre compró un negocio y aplicó para la visa E-2. De acuerdo al Servicio de Inmigración y Ciudadanía de los Estados Unidos (USCIS por sus siglas en inglés), la visa E-2 es para extranjeros que invierten en un negocio nuevo o existente.

El abogado que le estaba ayudando a su padre con la visa cometió fraude.

“Él se fue con nuestro dinero y nunca siguió el proceso con nosotros, ni con USCIS”, dijo Kim.

Kim no sabía que era indocumentado hasta su segundo año de la preparatoria cuando también se dio cuenta que no podía pagar la matrícula en la mayoría de las universidades. En ese entonces los estudiantes indocumentados no calificaban para una colegiatura escolar como si fueran residentes del estado.

Kim obtuvo DACA en el 2012, el programa que protege a personas que llegaron a los Estados Unidos a una temprana edad sin documentos legales o permanecieron aquí con una visa vencida.

“Tener DACA me empujó a sobresalir”, dijo Kim. “Yo no le quiero dar razón a nadie que cuestione mi status migratorio”.

De acuerdo al Instituto de Políticas Migratorias, 17,000 personas con DACA son de origen coreano.

No solamente soy asiático, sino también indocumentado, y soy el líder de los futuros abogados y jueces de América”, añadió Kim.