Sobreviviente del sismo: “Yo pensé que ya era el final”

Una cadena de voluntarios aseguran el área donde se derrumbó la Escuela Enrique Rébsamen (Foto por Rodrigo Cervantes/Cortesía KJZZ)

Margott Bernal Orozco estaba de compras con sus amigas en un centro comercial de la ciudad de Puebla, México el martes pasado cuando de pronto escuchó un ruido estridente.

“Es cuando gritó mi amiga: ‘¡Está temblando, está temblando, es un terremoto!’” dijo Orozco. “Y luego todo se empezó a mover, así que empezaron a caer pedazos de los edificios. La gente empezó a correr y gritar”.

Orozco dijo que sintió en ese momento que no podía correr.

“Estaba como en shock mientras veía todos los pedazos caer”, dijo la joven de 25 años.

La Ciudad de México, Puebla, Morelos, Guerrero y el Estado de México fueron víctimas de un terremoto de magnitud 7.1. Las autoridades mexicanas siguen actualizando el elevado número de heridos y muertos. Según la Secretaría de Gobernación de México, la cifra ya supera las 230 personas.

En Phoenix, familias como las de Orozco que han vivido la experiencia del terremoto en carne propia están urgiendo a la solidaridad con México.

Orozco ya está de regreso, pero el retorno no fue sencillo.

Orozco dijo que se tomaron aproximadamente cinco horas en viajar de Puebla a la Ciudad de México, un viaje que típicamente toma una hora y media. Al llegar a su hotel, dijo que toda la gente había sido evacuada. Aún así ellas tenían que subir a su cuarto para recuperar sus maletas.

“Subiendo las escaleras, todos los vidrios y paredes abiertas y nosotros con miedo subimos y agarramos nuestras maletas”, dijo Orozco. “Cuando entramos [al cuarto], nuestras cosas llenas de vidrio, pero ya pudimos sacar nuestras cosas y encontrar personas que nos ayudaran”.

La familia de Orozco y de sus amigas estaban desesperadas por localizarlas, dijo Orozco.

“Rezo para toda la gente allá, porque es una experiencia que no se lo deseo a nadie, es muy feo. Al imaginar a todos los niños que están allá que no pueden salir, y los papás desesperados”, dijo Orozco, entre llantos y con la voz quebrada. “Yo pensé que ya era el final, como 30 segundos que no podía mover mis piernas, que recorría toda mi vida”.

Sin exagerar, Orozco explicó que caían pedazos de piedras de los edificios, la gente corría, y la comunidad estaba en un estado de caos.

“Me asombraba como que nunca había experimentado algo así”, dijo Orozco. “Era como que botábamos. Perdían control totalmente del cuerpo, no lo puedo explicar”.

Al recorrer todo la Ciudad de México, Orozco explicó que vieron muchos edificios destruidos en pedazos, pero también un esfuerzo colaborativo entre médicos y ciudadanos. Desde su visión, presenciaron un país unido.

Después que pasó el terremoto, Orozco dijo que la enviaron a ella y a sus amigas a otro hotel de la misma compañía, pero estaba lleno. Afortunadamente, se contactaron con amistades mutuas de una familia en Phoenix que tiene parientes en la Ciudad de México, y se quedaron con ellos.

“Lo que queríamos es ir a un aeropuerto, pero también lo estaban evacuando, todos los vuelos cancelados”, dijo Orozco. “Las líneas de los vuelos estaban caídas, nos contactamos con Volaris por Twitter”.

Eventualmente, pudieron conseguir un vuelo al siguiente día para Hermosillo, Sonora. Después alquilaron un automóvil para viajar a Nogales, de donde es la familia de Orozco y de ahí volvieron para Phoenix.

“Apoyen en oración, apoyen a las organizaciones que están colectando cosas de necesidad – agua, leche, comida” dijo Orozco. “Todos podemos sacrificar cinco, 10, 20 o 50 dólares en cosas que gastamos que realmente no tiene significado como el significado de ayudar a alguien que realmente lo necesita”.

El Consulado General de México en Phoenix proporcionó información sobre cómo enviar donaciones a México:

Cruz Roja Mexicana

El Servicio de Administración Tributaria tiene información sobre los artículos que se pueden donar y cómo enviarlos.

Para mayor información se puede llamar al Centro de Información y Asistencia a Mexicanos al 1-855-463-6395.