“No vamos a regresar a esas sombras de miedo”: Resisten amenaza a cancelación de DACA

Para Ricardo Zamudio no hay marcha atrás después de 16 años viviendo en Estados Unidos, con o sin un amparo contra la deportación conocido como DACA, está en este país para quedarse.

“No vamos a regresar a esas sombras de miedo”, dijo Zamudio en una conferencia de prensa este martes en Phoenix donde varias organizaciones pro-inmigrante anunciaron una “Semana de Acción para Proteger DACA”.

Ante la sospecha de que el presidente Donald Trump suspenda ese programa, estos grupos estarán presentes durante la semana del 29 de agosto al 1 de septiembre en las puertas de las oficinas de migración de las 10 de la mañana a las 7 de la tarde.

“Hoy estamos reunidos aquí porque DACA está siendo atacado, porque el futuro, los sueños, mis sueños y los sueños de otros 800,000 individuos como yo pueden terminar en cualquier momento”, expresó Abril Gallardo, directora de comunicaciones de la organización “Living United for Change in Arizona” (LUCHA por sus siglas en inglés). Gallardo habló al inicio de una conferencia afuera de las Oficinas del Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) para dar a conocer el plan de acción.

Entre los grupos que organizan este evento se encuentran PUENTE, Aliento, Center for Neighborhood Leadership y Arizona Dream Act Coalition.

DACA mejor conocido como la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia fue creado por orden ejecutiva del expresidente Barack Obama durante el 2012. DACA permite que aquellos jóvenes que ingresaron al país ilegalmente a temprana edad o permanecieron con una visa vencida, puedan estudiar, trabajar y estar protegidos de la deportación.

Sin embargo, este programa podría terminar próximamente después de que un grupo de 10 estados liderado por el procurador general de Texas, Ken Paxton, amenazara con demandar al gobierno federal si no se suspende DACA.

En una carta el 29 de junio, Paxton pidió que el Departamento de Seguridad Interior (DHS por sus siglas en inglés) rescinda el programa, aunque no inmediatamente, aclarando que su intención es que ya no se renueven ni emitan más permisos con DACA. Además, dijo que no están pidiendo que los permisos ya emitidos se suspendan de inmediato.

“Esta solicitud no requiere que el gobierno federal deporte a un extranjero”, lee la carta.

El presidente Trump tiene un plazo hasta el 5 de septiembre para tomar una decisión y evitar una demanda.

La posibilidad de terminar con DACA dejaría en el limbo a más de 800,000 jóvenes en toda la nación.

Los sueños en juego

Zamudio es uno de esos jóvenes conocidos como soñadores que quedaría en ese limbo.

“Después de 5 años de poder hacer esto, arrebatar muchos sueños, y muchas victorias de la gente”, protestó Zamudio de 25 años. “El presidente sigue en la misma agenda de racismo y odio contra gente que de verdad no tiene nada más que hacer este país mejor”.

La familia de Zamudio es originaria del estado de Michoacán en México, el llegó a este país a los 9 años con sus padres en busca de un mejor futuro.

“Estados Unidos es mi hogar, aquí tengo mis amigos, mi futuro donde he establecido mis valores y este es mi hogar”, agregó.

Pero no fue fácil relató Zamudio, quien aunque logró cumplir el sueño de sus padres y graduarse con un título universitario de la Universidad Estatal de Arizona, ha tenido que sacrificar muchas cosas.

“Yo fui a la escuela antes de que tuviéramos la oportunidad de poder pagar “in state” (colegiatura estatal)”, dijo Zamudio mientras recordaba que tuvo que trabajar en la construcción a la edad de los 18 años para poder pagar dos clases en el Colegio Comunitario de Phoenix.

“¡No! Yo a este punto yo estoy aquí para quedarme” contestó Zamudio, al preguntarle si él regresará a México si Trump cancela DACA y aclaró que para él es difícil identificarse como mexicano o americano “tengo de los dos, pero aquí es mi hogar”.

La libertad en juego

Al igual que para Zamudio, Karina Ruiz no se considera solamente mexicana, ella según lo describió es “binacional”.

“El lugar donde nací, México, es el lugar donde tengo mis raíces y mi origen pero al mismo tiempo Arizona y los Estados Unidos han sido mi casa por más de la mitad de mi vida y como el lugar al que pertenezco ahora”, declaró Ruiz de 33 años.

Ruiz llegó a los Estados Unidos a la edad de 15 años en 1999. A 18 años de no visitar a sus familiares en el Estado de México, México el pasado 1 de agosto pudo verlos nuevamente cuando viajó a México junto con otro grupo de soñadores de California gracias a un permiso de viaje.

“Yo tuve la bendición de poder tener este permiso y poder ir mediante un programa de estudios y si quitan DACA muchos estudiantes van a perder la oportunidad de reunirse con sus familias aunque sea por un periodo corto de tiempo”, señaló Ruiz.

Ruiz contaba con la esperanza de volver a ver a su familia en México a finales de este año.

“Tenía la ilusión de volver para el invierno, para la Navidad con otro programa y si quitan esto no voy a tener la oportunidad”, explicó Ruiz.

A Ruiz le tomó 12 años terminar su licenciatura en bioquímica. Esto después que pasara la Proposición 300, una ley estatal, que le prevenía de recibir becas federales o pagar una tarifa como residente estatal por su matrícula universitaria.

Lo que a Ruiz más le entristece es el no poder utilizar sus estudios.

“Porque si me quitan el permiso de trabajo no voy a poder trabajar como bioquímica”, enfatizó. Actualmente, dejó su carrera para trabajar en el activismo por los jóvenes como ella.

Por eso, envió un mensaje a los líderes políticos para que trabajen en una solución alternativa.

“Si saben que hay un problema, como gobernantes es su responsabilidad el trabajar para solucionar el problema y esto sólo está causando pánico y conflicto” y agregó “tienen que trabajar para que haya una solución para nosotros y no nos dejen en el limbo”.

El 20 de julio, dos senadores, Lindsey Graham de Carolina del Sur y Dick Durbin de Illinois, presentaron una versión actualizada de la legislación conocida como “Dream Act” o el “Acta Sueño”. La propuesta de ley abriría las puertas para que los jóvenes, que han sido denominados como soñadores, alcancen la ciudadanía estadounidense.